La Música de las Palabras

Por Julio Andrade Malde, publicado en La Opinión el 26/11/06

 

Conciertos Universidad

Conservatorio, sábado 18

 

Intérpretes:

Olga Raíces (soprano)

Fernando Enseñat (barítono)

Julián Pérez (piano)

 

Programa:

Canciones gallegas y españolas de Chané Montes, Baldomir,

Gaos, Toldrá, García Abril, García Lorca y Rodrigo

 

 

 El gran pianista Gerald Moore calificó las melodías de Schubert como "composiciones inspiradas en la música de las palabras".

 

Esta hermosa definición caracteriza no sólo a un compositor sino a todo un género: el del canto acompañado. Canciones, cantigas, melodies, romanzas, lieder; alcanzan su fin último y su entidad misma cuando música y texto se interpenetran hasta formar, en fecunda simbiosis, un todo indisoluble y diferenciado.

 

Tres artistas coruñeses, Olga Raíces, Fernando Enseñat y Julián Pérez, han planteado un precioso programa en el Conservatorio con una primera parte dedicada a las canciones gallegas y una segunda con canciones españolas.

 

El repertorio de cantigas encierra bellezas que a menudo no se valoran debidamente, tanto las de nuestros compositores clásicos -la inmortal Negra sombra (asombroso paradigma de indentificación entre músico y poeta), la delicada Os teus ollos, la impresionante Maio Longo, la perfecta Meus amores- como las más actuales: La bella Rosa de abril, la impresionista As froliñas dos toxos y la magnífica Coita, aportaciones al género de Gaos, Toldrá y García Abril, respectivamente.

 

Las canciones españolas estuvieron representadas por Las morillas de Jaén y Anda, jaleo, de Lorca; Cantarcillo y Madre, unos ojuelos vi, de Toldrá; Canticel y Fino cristal, de Rodrigo. Se finalizó con una muestra de la canción hispanoamericana: el bolero Quiéreme mucho, del cubano Gonzalo Roig.

 

Los artistas mostraron su calidad interpretativa y se expresaron buscando suaves matices mediante la expresión y la regulación del volumen. El público aplaudió cada una de las obras y de manera especial al finalizar el concierto.

 

Fue correspondido con la repetición de Os teus ollos y con dos fragmentos de zarzuela: los dúos de La del manojo de rosas, de Sorozábal, y de La verbena de la Paloma, de Bretón, donde los cantantes dejaron correr libremente la voz y realizaron, con elegancia, leves indicaciones teatrales.

 

Es preciso reconocer -y el público así lo corroboró con su entusiamos- que en este repertorio los tres intérpretes estuvieron particulamente acertados.